KLM ha ingeniado una nueva técnica para devolver a los clientes sus objetos perdidos en el aeropuerto de Amsterdam Schiphol. Se trata de la utilización de un perro amaestrado que huele el objeto extraviado y se lanza a la carrera a localizar a su dueño antes de que abandone el aeropuerto.
La aerolínea utiliza un perro de raza Beagle, capaz de detectar el olor del asiento y del objeto y de rastrear al pasajero antes de que salga de las instalaciones del aeropuerto. Los primeros resultados muestran que más del 80% de las veces, el perro logra devolver a sus dueños los objetos que se han dejado en el avión.
